Para interpretar un papel es necesario ponerse en el lugar del personaje y transmitir lo que él siente. Es un momento para desconectar de nuestro mundo y ponernos en la piel del otro. Aprendemos no solo a tener conciencia de sí mismos, sino a percibir mejor a los otros, a entender otras formas de mirar y ver la realidad. Esto nos ayuda a resolver conflictos tanto con nosotros mismos como con los demás.
Ayuda a superar la timidez y el sentido del ridículo, a saber salir de los bloqueos mentales que podamos sufrir en una situación de exposición. Trabaja la memoria al tener que memorizar textos y la creatividad de su puesta en escena. Se trabaja el desarrollo de la comunicación, la cooperación, la empatía, la capacidad de esfuerzo o la integración. Otro beneficio añadido es que te sitúa en el momento presente, “mindfulness” y controlar así estados de ansiedad.
En el IES San José, la profesora María Luisa Jiménez-Andrade Saquete se ha encargado de formar un grupo de alumnos para poner en escena una obra “What a viaje”. La estrenaron en el centro “Marcelo Nessi” el 20 de Diciembre.
Por tanto, es teatro es un excelente recurso educativo a través del cual podemos trabajar con los adolescentes el desarrollo de habilidades comunicativas, el compañerismo, autoestima, autoconfianza, seguridad, tolerancia, empatía y asertividad.